jueves, 17 de agosto de 2017

Poemario abierto. A Melibea




  A MELIBEA KRUPSKAYA
Lavanderita marzo 1972

Lava lava lavanderita,
deja correr el agua clara;
yo sólo miraré tu parpadeo
que esconden tus bellos ojos

Lava lava lavanderita,
mírame pasar con disimulo;
déjame soñar que me quieres,
déjame soñar despierto.

Lava lava lavanderita,
me embelezas con tu encanto;
con una sonrisa tuya,
me basta para adorarte.

Lava lava lavanderita.
Aunque tú no lo sepas:
Un dardo me has clavado
 en el centro de mi corazón.

Lava lava lavanderita
¿Qué voy hacer ahora?
Prendado de ti estoy,
para no olvidarte jamás.

junio 1972.

Comerte a besos, me parece poco;
regalarte todas las flores,
ofrecerte el cielo y las estrellas;
regalarte mis sueños, todo es poco.

Tal vez tranquilo me quedaría:
Si arrancarte tus labios pudiera;
beberme tu cuerpo fundido al mío,
sentir tu palpitar dentro de mi.

junio 1972

Como un perro enamorado
recorría inútilmente por las calles
queriendo coincidir un día
y decirte que sin tí, yo muero.

Desde entonces  busco refugio
en una y mil mujeres
mas, mi dolor se ha consumado,
ya la sombra cubre mi cuerpo.

febrero 1973

De las flores la orquiídea
es la que prefiero
porque se parece a tí:
extraña, única y bella.

Entre troncos como altares
cobijada en densa niebla
encantada te has fundido
lejana, mística y etérea.

Sé que estás allí
por ello miro expectante
aquí me quedaré
absorto, perdido y enamorado.