domingo, 11 de diciembre de 2016

¿Quién quiere ser profesor? (1/2)




EL PAN DE CADA DÍA.  http://www.conflictoescolar.es/conflictividad-en-el-aula-violencia-contra-el-profesora/
…Los innumerables comportamientos disruptivos que varios alumnos presentan durante las clases provocan violencia verbal, psicológica e incluso física, y ello es vivido frecuentemente con enorme disgusto y ansiedad por los profesores, quienes en casos extremos llegan a sufrir la total destrucción de su identidad profesional.
La casi total ausencia de la autoridad docente ha traído como consecuencia, que bastantes alumnos durante las clases presenten conductas inadecuadas, como es el comer golosinas o escuchar música en su celular mostrando total desinterés hacia las explicaciones y figura de su profesor, cuando no, interrumpiendo las clases por su frecuente impuntualidad, llamando en voz alta a algún compañero, haciendo comentarios inoportunos a voz en grito, levantándose de su sito sin el permiso del profesor, enzarzándose con algún compañero dialéctica o físicamente, e incluso humillando descaradamente a su profesor
Los alumnos les han hecho perder la autoridad y es imposible mantener el orden en las aulas; ya no tienen miedo a la amenaza del supletorio, porque hasta los padres, en este caso, se ponen en contra del profesor.
En realidad, la escuela, ya no es exclusivamente un lugar para aprender, porque se ha convertido en una prolongación del hogar y de todos y cada uno de los lugares de ocio (bares, discotecas, el barrio, el campo de fútbol…); los alumnos no diferencian entre conductas dentro y fuera de la escuela.
Bárbara Pastor (2002), describe el siguiente hecho:
– Buenos días, puta…
(La profesora no contesta, Trata de aparentar que no ha oído nada).
– Además de puta, sorda…
(Todos se ríen, todos menos uno. Probablemente, el único que entiende que ese no es un saludo adecuado para una profesora).
Los alumnos saludan a un profesor con un insulto, y no pasa nada. Los alumnos rompen la silla del profesor para que no pueda sentarse, y no pasa nada. Los alumnos llevan el teléfono móvil conectado para que suene en clase y no pasa nada. Los alumnos destrozan las persianas de la clase, y no pasa nada. Los alumnos se cargan las cerraduras de las aulas que quieren, y no pasa nada. Hay una actitud generalizada que permite que todas estas cosas y muchas más, ocurran sin que pase nada.
Cuando se habla del “malestar en la enseñanza”, se destaca sobre todo el malestar del profesorado…su descontento…su disconformidad en lo relativo al desarrollo de su trabajo. A ello se suma la presión inquisitoria del Gobierno a través del Distrito que exagera la orden ministerial y éstos (Distritos) a través de Rectores, Vicerrectores, Inspectores, subinspectores, perros de los subinspectores, etc.  ¿Qué es ser maestro en el Ecuador?

No hay comentarios:

Publicar un comentario