lunes, 30 de enero de 2017

NUEVAS EXPRESIONES: UN ESCUDO PARA ESCONDER LA VERDAD.



NUEVAS EXPRESIONES: UN ESCUDO PARA ESCONDER LA VERDAD. (Por: Mg. Rodrigo Reyes S.)
Los recortes son “ajustes” para los poderosos; el rescate es una “línea de crédito” y los desahucios son “ejecuciones hipotecarias”. Los periodistas transmiten estas expresiones a los ciudadanos y contribuyen a disfrazar la realidad.
Este tipo de expresiones que se “inventan” los ideólogos de la economía y la política; adoptan los comunicadores sociales que, irresponsablemente lo difunden en “sus medios”.
Los usos de términos inadecuados en varios medios de comunicación no ayudan a la formación y buen uso del lenguaje en los jóvenes de nuestro país.
Lo más preocupante no es que, esporádicamente, se pueda incurrir en alguno de los errores lingüísticos; sino que, por hacerlo de manera habitual, no se sepan reconocerlos. Y, aunque pueda sonar tremendista, un manejo deficiente del lenguaje puede dejarnos sin herramientas para identificar cuándo nos intentan engañar algunos políticos mediante su discurso o para comprender la realidad que nos rodea.
Lev Vygotski, un psicólogo de finales del siglo XIX que fundó la teoría de la psicología histórico-cultural y fue precursor de la neuropsicología rusa, reveló que la relación entre el pensamiento y el lenguaje es recíproca. Es decir, que de la misma forma que los niños descubren el lenguaje una vez han aprendido a pensar, el crecimiento intelectual del niño depende de los medios sociales del pensamiento (o sea, de la lengua).
Vygotski también descubrió que es en la adolescencia cuando el ser humano comienza a desarrollar pensamientos abstractos. Y el entorno social en el que se mueve es el que debe proporcionarle las herramientas necesarias para que pueda desplegarlos. De lo contrario, según afirmaba el psicólogo ruso, “su pensamiento no logrará alcanzar los estadios superiores o lo hará con mucho retraso”. O lo que es lo mismo: la palabra (fundamental en la formación de conceptos) que le llega al individuo desde el entorno social en la adolescencia determinará su capacidad para elaborar razonamientos complejos en el futuro.
Las redes sociales, los medios digitales, la televisión, la radio y, en menor medida, la prensa, forman parte de ese contexto del que se nutren tanto el adolescente como los amigos o familiares con los que se va a relacionar. Es decir que, en parte, del buen o mal manejo que se haga del lenguaje en los medios de comunicación, y su consecuente influencia en la sociedad, dependerán las habilidades intelectuales de los ciudadanos.
Hoy en día, por ejemplo, todo arranca.  Arranca el curso escolar, arranca el partido, arranca la declaración de los detenidos, que parece que los están torturando… Y el abuso de este verbo elimina el uso de otras expresiones como ’empezar’, ‘comenzar’ o ‘dar inicio’. No es exactamente incorrecto, aunque ‘arrancar’ tiene un matiz propio, pero sí que empobrece el lenguaje”.


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