NUEVAS EXPRESIONES: UN
ESCUDO PARA ESCONDER LA VERDAD. (Por: Mg. Rodrigo Reyes S.)
Los recortes son “ajustes”
para los poderosos; el rescate es una “línea de crédito” y los desahucios son
“ejecuciones hipotecarias”. Los periodistas transmiten estas expresiones a los
ciudadanos y contribuyen a disfrazar la realidad.
Este
tipo de expresiones que se “inventan” los ideólogos de la economía y la
política; adoptan los comunicadores sociales que, irresponsablemente lo
difunden en “sus medios”.
Los
usos de términos inadecuados en varios medios de comunicación no ayudan a la
formación y buen uso del lenguaje en los jóvenes de nuestro país.
Lo más
preocupante no es que, esporádicamente, se pueda incurrir en alguno de los
errores lingüísticos; sino que, por hacerlo de manera habitual,
no se sepan reconocerlos. Y, aunque pueda sonar tremendista, un
manejo deficiente del lenguaje puede dejarnos sin
herramientas para identificar cuándo nos intentan engañar
algunos políticos mediante su discurso o para comprender la realidad que nos
rodea.
Lev
Vygotski, un psicólogo de finales del siglo XIX que
fundó la teoría de la psicología histórico-cultural y fue precursor
de la neuropsicología rusa, reveló que la relación
entre el pensamiento y el lenguaje es recíproca. Es decir, que
de la misma forma que los niños descubren el lenguaje una vez han aprendido a
pensar, el crecimiento intelectual del niño depende de los
medios sociales del pensamiento (o sea, de la lengua).
Vygotski
también descubrió que es en la adolescencia cuando el ser humano comienza a
desarrollar pensamientos abstractos. Y el entorno social en el que se
mueve es el que debe proporcionarle las herramientas necesarias
para que pueda desplegarlos. De lo contrario, según afirmaba el psicólogo ruso, “su pensamiento no logrará alcanzar los estadios superiores o lo
hará con mucho retraso”. O lo que es lo mismo: la palabra
(fundamental en la formación de conceptos) que le llega al individuo desde el
entorno social en la adolescencia determinará su capacidad para elaborar
razonamientos complejos en el futuro.
Las
redes sociales, los medios digitales, la televisión, la radio y, en menor
medida, la prensa, forman parte de ese contexto del
que se nutren tanto el adolescente como los amigos o familiares
con los que se va a relacionar. Es decir que, en parte, del buen o mal manejo que se haga del lenguaje en los medios de
comunicación, y su consecuente influencia en la sociedad,
dependerán las habilidades intelectuales de los ciudadanos.
Hoy en día, por ejemplo, todo
arranca. Arranca el curso escolar, arranca el
partido, arranca la declaración de los detenidos, que parece que los están
torturando… Y el abuso de este verbo elimina el uso de otras expresiones como ’empezar’, ‘comenzar’ o ‘dar inicio’.
No es exactamente incorrecto, aunque ‘arrancar’ tiene un matiz propio, pero sí
que empobrece el lenguaje”.
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